Queridos Mamá y Papá:
Es de noche aquí en la tinchera, tenemos un tiempo libre y he aprovechado para esribiros. Hoy estamos todos bastante cansados y destrozados. Ha sido un día bastante duro, el ataque de los enemigos ha conseguido matar a a muchos de nuestros soldados.
Pero afortunadamente, yo estoy bien. Nos quedan pocas fuerzas y pocas esperanzas. El otro bando tiene armas nuevas muy peligrosas.
Por eso tenemos que estar más atentos que nunca, aunque es bastante difícil ya que ninguno tenemos ganas de seguir luchando. Me encantaría estar ahí con vosotros pero por desgracia no puede ser.
No os preocupeis demasiado que os conozco, aquí nos cuidamos los unos a los otros en lo mayor de lo posible.
Por eso tenemos que estar más atentos que nunca, aunque es bastante difícil ya que ninguno tenemos ganas de seguir luchando. Me encantaría estar ahí con vosotros pero por desgracia no puede ser.
No os preocupeis demasiado que os conozco, aquí nos cuidamos los unos a los otros en lo mayor de lo posible.
Tengo ganas de que esto acabe ya. Os echo mucho de menos. Espero veros pronto y ojalá pueda estar ahí en Navidad.
GeorgeUn soldado vigilando desde la trinchera |
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